NUESTRA CULTURA EN EL EXTERIOR
Hay
experiencias que son únicas y aquella persona que no las ha vivenciado puede
tener una noción de las mismas, una idea, pero nunca será como la experiencia
en si. Para ello, decidimos saber, por ejemplo, cual fue la experiencia de
aquellos salteños que pudieron viajar al exterior buscando un nuevo horizonte,
otras oportunidades. También es nuestra intención, en futuros artículos,
conocer las experiencias de extranjeros que vinieron a vivir a Salta.
Estas que
se narran a continuación, fueron vividas por Julio y Hortensia, un matrimonio
maduro, ya abuelos, con varios hijos, entre adolescentes y jóvenes; ambos
policías retirados y ella, además, profesora en Ciencias de la Educación.
Veamos.
Allá por
septiembre del 2001 decidimos, junto a mi esposa, salir del país en busca de
nuevos horizontes laborales, es asi que un seis de ese mes cuando la feligresía
salteña inicia una de las mayores expresiones de fe hacia nuestros patrones
tutelares, nosotros iniciábamos un viaje rumbo a lo incierto; quizás en mal
momento, si tenemos en cuenta que en el mismo mes, el 11, se produjeron las caídas
de las torres en EE.UU. Nosotros en ese momento estábamos de paso por ese país,
con destino a Japón, llegando el 19 al aeropuerto de Narrita. Vivimos tres
meses de "paseo" pues no conseguimos trabajo, pues ese era nuestro
propósito, pero disfrutamos a pleno de la gente, su cultura, esa filosofía de
vida tan particular que tienen los japoneses. Lo que más nos llamó la atención
fue el silencio que se vive en el ambiente, la tranquilidad de la gente, a
pesar de haber mucha cantidad de personas que transitan, tanto en vehículos
como en bicicletas, que parece que fuera el medio de transporte de preferencia,
especialmente de los jóvenes.
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